Jesús y Laura son de las típicas parejas que se te quedan grabadas en el corazón, ya no sólo por lo naturales y divertidos que son, sino por esa luz tan bonita que desprenden. Fue una de las bodas más emotivas y sin duda más atipica del año.
Nuestra historia arranca en el Hotel Alcázar de la Reina, en Carmona (Sevilla). Allí, Laura se vestía nerviosa en su habitación mientras contaba los segundos para encontrarse con Jesús. Habían acordado que él entraría en el hotel y se situaría de espaldas a la escalera mientras Laura bajaba vestida de novia, con la firme promesa de no darse la vuelta hasta que ella llegara a su lado. Y llegó el momento: con el corazón encogido vimos cómo Jesús llegaba y, muy nervioso, se colocaba en su lugar bajo la escalera. Mientras, Laura bajaba sonriendo y juguetona, escalón tras escalón, hasta que se situó detrás de Jesús y le hizo la señal acordada, permitiendo que se diera la vuelta y ambos estallaran en una emoción indescriptible.
Pasado el primer trago, salieron del hotel para dirigirse al lugar de la ceremonia: la Puerta de Sevilla ¿Y de qué forma hacerlo? ¡en una Vespa con Sidecar! Y a la italiana nos fuimos a la ceremonia, recorriendo las estrechas callejuelas con algún que otra dificultad con el embrague y las marchas (luego nos confesó Jesús que no tenía carnet de moto jejeje).
Tras la ceremonia pusimos rumbo hacia la Hacienda Al Yamanah, pasando primero por un pequeño bosque en el que nos hicimos algunas fotos ¡Gracias Laura y Jesús por confiar en nosotros, por ofrecernos una experiencia muy especial y sobre todo, por ser cómo sois!
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