Juanfran y Rocío llegaron por sorpresa ya que fue Lucía, hermana de Juanfran, la que se encargó de contratarnos y regalarles el reportaje (¡un detallazo!)… Desde que hicimos la preboda poco días antes de la boda supimos que iba a ser una pareja muy especial: Él, cariñoso y amable. Ella, de mirada intensa y siempre sonriente, y ambos… dos personas maravillosas. Hicimos el reportaje superando los nervios iniciales y poco a poco conociéndonos, riéndonos y contándonos detalles de la boda, de forma muy relajada, tratando de captar la esencia que los envolvía.
¡Y llegó el día de la boda y que mejor día para casarse que el 28 de Febrero! La casa de Juanfran era un bastión de tranquilidad que contrastaba con el ambiente de nervios y prisas de la casa de Rocío, en el que hubo momentos en los que 3 personas a la vez le ponían la liga, la pulsera y le retocaban el pelo… y eso que aún había tiempo ¡y es que los nervios a veces nos hacen vivir situaciones muy graciosas!
Su hermano Juan José le estaba esperando en la calle muy orgulloso de poder llevar a su hermana con el mejor carruaje de su empresa (www.juanjosesolis.com) tirado por 5 espléndidos caballos blancos. Como comprenderéis tal despliege provocó cabecitas de los vecinos en las ventanas y curiosos a pie de calle que se acercaban para ver quién se casaba.
Después de cruzarnos con Malú en la puerta de la Iglesia de la Caridad (sevilla) pudimos disfrutar de una preciosa ceremonia para poner rumbo a la Hacienda Doña Caridad en Villanueva del Ariscal, un lugar con preciosos rincones, donde disfrutaron de un buen convite y barra libre llena de sopresas y regalos para los invitados ¡y la celebración del primer cumple del pequeño Marco!
¡Gracias Juanfran y Rocío por confiar en nosotros, por ofrecernos una experiencia muy especial y sobre todo, por ser como sois!